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viernes, 6 de marzo de 2015

La Envidia


Muchos sentimientos limitan, pero la "envidia" es de los más dañinos y paralizantes. 

Lamentablemente es muy común en aquellas personas que creen no ser capaces de obtener lo que desean en sus vidas.

Cuando alguien desea algo que otro tiene y en lugar de alegrarse por ello lamenta no tenerlo, eso es envidia.

Surge de las comparaciones, de sentirse y creerse menos que los demás, de desear algo y de creer no saber cómo obtenerlo.

Cuando una persona siente envidia se limita y experimenta sensaciones muy negativas afectándose a sí mismo/a.

Puede ser manifestada en cualquier entorno: trabajo, familia, amigos, vecinos, pareja, destruyendo relaciones.

La envidia es: celos, resentimiento, rencor, rabia, desazón, disgusto. De modo que no puede existir envidia buena.

Se puede desear lo que otro tiene o querer vivir su experiencia, pero enojarse porque le sucede, es también envidia.

La envidia perjudica tanto al que la manifiesta como al que es envidiado, es un sentimiento que causa sufrimiento.

La envidia puede generar en quien la siente: deseos de agresiones verbales, físicas y de crear obstáculos en la felicidad de otros.

El que envidia no se da cuenta ni valora las cualidades que tiene para lograr lo que desea y aniquila así su crecimiento.

Hay a quienes les cuesta reconocer que sienten envidia.

Consejos para quienes descubren que sienten envidia:

Si hoy en tu vida deseas tener algo que otro tiene y no te crees capaz de obtenerlo, te sugiero lo siguiente:

§    Comienza por valorarte. Si otros pueden, tú también puedes.

§     Aprende del otro en lugar de quedarte deseando lo que tiene.

§  Si te provocan envidia y te disgusta ese sentimiento, enfócalo en positivo, te está indicando que hay aspectos en tu vida para mejorar y que no terminas de aceptarlo.

§   En esta vida todos somos maestros de todos y aprendemos constantemente unos de otros. Así que en lugar de quedar deseando lo que otros disfrutan o logran, mejor aprende cómo lo hacen y obtienen.

Consejos para quienes son víctimas de la envidia:

§     Si sientes que eres víctima de envidia, asume que tú no eres responsable de generar ese sentimiento, el problema es de la otra persona.

§      Si descubres que alguien te envidia y no tiene influencia en tu vida, evita esa relación.

§      Si la persona es de tu entorno cercano y sabes que le causas envidia, encuentra el modo de enseñarle como obtener lo que desea.

§   Mantén una actitud de distancia y mínima confianza con quienes consideres puedan envidiarte y evita responder a comentarios negativos.

El que siente envidia sufre por los éxitos de otros y es lamentable para él ya que pierde su energía en eso, en lugar de alcanzar sus propios objetivos.

Es importante reforzar constantemente la autoestima en creerse merecedor de lo que uno desea en la vida y capaz de poder alcanzarlo.

En nuestro entorno, es importante reconocer las cualidades que tienen otros, reforzarles sus aspectos positivos. 

Todos tenemos virtudes, dones, talentos, cualidades para lograr nuestras metas y compartir con otros lo mejor que poseemos internamente.


Feliz día, paz y amor.

Dolor para crecer, sufrimiento para estancarse.


La principal diferencia entre el sufrimiento y el dolor radica en cómo enfrentamos las situaciones difíciles, los conflictos y las adversidades que van surgiendo de forma inevitable en nuestras vidas.

El dolor se presenta como una emoción a experimentar, ante una vivencia que ha supuesto un impacto. Entrar en el dolor supone zambullirse en el problema, enfrentándolo; obteniendo como repercusión una liberación.

Negar el dolor, evitarlo y distanciarse de él genera graves repercusiones que aumentarán los problemas. Ya que impide curar la herida para seguir adelante, se convierte en un estancamiento emocional manifestándose a través del sufrimiento, el cual supone una limitación interfiriendo en todos los ámbitos en los que nos desenvolvemos.

Por ello el sufrimiento se convierte en algo innecesario, se mantiene a través de la evitación del miedo a sentir y experimentar las emociones que generan las situaciones, mediante esta desconexión emocional aparecen todo tipo de dificultades para relacionarse y para conseguir un desarrollo de crecimiento personal, puesto que las experiencias que suponen dificultades no se vivencian como un aprendizaje sino como situaciones temibles de las que huir.

Los pilares fundamentales del sufrimiento son el apego la ira y la ignorancia, entre ellos se alimentan y se vuelven más importantes, como una fortaleza para evitar el dolor y permanecer en el sufrimiento, esta sensación crea una extraña adicción que resulta masoquista, al experimentarlo se tiende a repetir y acaba resultando preferible antes de aceptar la emoción. Lo que desencadena en muchas ocasiones una depresión, e inevitables alteraciones emocionales que frustran las relaciones sociales.

La aceptación del dolor puede resultar más dramático y conforme se vivencia va perdiendo fuerza, sin embargo, el sufrimiento se hace silencioso, no se exterioriza, es algo interno que acompaña a un estado de soledad, y va aumentando, intensificando de forma traumática e irracional las emociones.

Aristóteles y los estoicos dividían los problemas en dos partes, aquellos que forman parte de nuestro control y los que no; los que no podemos controlar, se trata de que nos entrenemos para sufrirlos lo menos posible. Aceptando valientemente el dolor, que provocan los problemas, angustias, y los pavores como una parte necesaria de la vida, como el revés de la alegría, el gozo y la tranquilidad. Todo esto no está bajo nuestro poder, pero sí el cómo respondemos frente a lo que nos sucede.

“El dolor es un aspecto inevitable de nuestra existencia, mientras que el sufrimiento depende de nuestra reacción frente a ese dolor”.


Autor: Alejandro Jodorowsky

¿Cuán grande es tu miedo?




En casi todas las competencias de talentos, bien sean televisadas o no, hay una persona que se convierte en el “personaje trágico del día”.

En un momento clave de la competencia dicha persona se desmaya y tiene que ser llevada de urgencia al hospital, o después de ensayar la noche entera sufre un colapso el día de las finales.

Durante un breve instante el “personaje trágico del día” se convierte en el centro de atracción, para luego ser olvidado por completo y para siempre.

Muy probablemente esa persona recordará durante el resto de su vida ese evento trágico con sus familiares y amigos, lamentándose de lo grande e importante que pudo ser, de no haber sido “víctima” de la mala suerte.

Pero la verdad es que no existe ninguna víctima ni mala suerte. Inconscientemente la “persona trágica” busca su fracaso.

Aunque difícil de creer, la verdad es que muchas personas que en el exterior dicen buscar el éxito, inconscientemente se auto sabotean sin saberlo.

Este es el caso del novelista que revisa una y otra vez el borrador de su novela durante meses y meses y no la publica porque no está completamente satisfecho, o es el caso de la persona que quiere hacer un negocios pero no toma la decisión de unirse a alguno de los programas que se le presentan, esperando encontrar “el mejor sistema de todos”.

La verdad es que sí es necesario prepararse para el éxito, pero el problema es que a veces extendemos demasiado el período de preparación, porque en el fondo solo estamos inventando excusas para protegernos a nosotros mismos de nuestro mayor miedo: El miedo al éxito.

Si, Leíste bien no dije miedo al fracaso, sino miedo al éxito.

Muy en lo profundo hemos sido educados para creer que el éxito no es algo positivo, que la abundancia es algo negativo y que solo los pobres son buenos.

Entonces, ¿Cómo sabemos que estamos postergando una decisión importante como estrategia para auto sabotearnos?

La única forma de hacerlo es mirando hacia adentro y siendo 100% honestos con nosotros mismos.

No se trata de juzgarnos. Eso no funciona. En lugar de eso se trata de reconocer nuestro miedo y de hacer las paces con él. Se trata de convencer a nuestro subconsciente, con argumentos claros y honestos, de que el éxito es algo bueno y positivo para uno y para las personas que nos rodean.

Después de eso, lo siguiente es TOMAR ACCIÓN”.

Ponle punto final a la novela y publícala, o decídete por un sistema de negocios.

Recuerda en todo caso que mientras más grande sea el miedo que quieres  enfrentar, más grande será la conquista que alcanzarás.

Sé fiel a tus sueños y a tus talentos.

Sé sorprendente.

Sé quien tú sabes que puedes llegar a ser.


Feliz día, paz y amor.

MADUREZ




MADUREZ es la habilidad de controlar y equilibrar pensamiento, voluntad y sentimientos. 


MADUREZ es paciencia. Es el saber posponer el placer inmediato en favor de un beneficio de largo plazo.



MADUREZ es perseverancia. Es la habilidad para cumplir las metas y sacar adelante un proyecto o una situación a pesar de las dificultades. 



MADUREZ es la capacidad de tomar una decisión y sostenerla. Los inmaduros pasan su vida explotando posibilidades para al fin no hacer nada. 

MADUREZ es la capacidad de encarar disgustos y frustraciones, incomodidades y derrotas, sin queja ni abatimiento. 

MADUREZ es humildad. Es ser suficientemente grande para decir "me equivoqué" y, cuando se esté en lo correcto, la persona madura no necesita experimentar la satisfacción de decir "te lo dije". 

MADUREZ significa confiabilidad. Mantener la palabra, superar las crisis. Los inmaduros son maestros de la excusa; son los confusos y desorganizados. Sus vidas son una confusión de promesas rotas, amigos perdidos, negocios sin terminar y buenas intenciones que nunca se convierten en realidad. 

MADUREZ es el arte de vivir en paz y armonía con las personas y las cosas que nos rodean.

Feliz día, paz y amor.