miércoles, 1 de abril de 2015

La Resiliencia


La resiliencia es una capacidad que nos permite afrontar las crisis o situaciones potencialmente traumáticas y salir fortalecidos de ellas.

La resiliencia implica reestructurar nuestros recursos psicológicos en función de las nuevas circunstancias y de nuestras necesidades. De esta manera, las personas resilientes no solo son capaces de sobreponerse a las adversidades que les ha tocado vivir, sino que van un paso más allá y utilizan esas situaciones para crecer y desarrollar al máximo su potencial.

Para las personas resilientes no existe una vida dura, sino momentos difíciles. 

La resiliencia es algo que todos  podemos desarrollar a lo largo de la vida.

Hay personas que son resilientes porque han tenido en sus padres o en alguien cercano un modelo de resiliencia a seguir, mientras que otras han encontrado el camino por sí solas. Esto nos indica que todos podemos ser resilientes, siempre y cuando cambiemos algunos de nuestros hábitos y creencias.

De hecho, las personas resilientes no nacen, se hacen, lo cual significa que han tenido que luchar contra situaciones adversas o que han probado varias veces el sabor del fracaso y no se han dado por vencidas. Al encontrarse al borde del abismo, han dado lo mejor de sí y han desarrollado las habilidades necesarias para enfrentar los diferentes retos de la vida.

Los beneficios de la resiliencia
Las personas más resilientes:

·       Tienen una mejor autoimagen
·       Se critican menos a sí mismas
·       Son más optimistas
·       Afrontan los retos
·       Son más sanas físicamente
·       Tienen más éxito en el trabajo o estudios
·       Están más satisfechas con sus relaciones
·       Están menos predispuestas a la depresión

Cómo conseguir ser más resilientes
· Intenta dar a los acontecimientos adversos la importancia justa: para ello no magnifiques los problemas y elimina de tu cabeza pensamientos catastróficos. Deja a un lado frases intranquilizadoras como “Y si…”, y céntrate en lo que está ocurriendo aquí y ahora.

·  Sé tú mismo quien decide sobre tu propia vida y tus emociones: intenta tomar decisiones de una manera racional dejando de lado la impulsividad. Cuando las cosas han ido mal no te tortures con los ‘por qué’ y céntrate en el ‘cómo superarlo o resolverlo’ en los casos en los que así se puede.

·  No te avergüences de sentir emociones negativas como el miedo, la ansiedad, la tristeza o la rabia. Sufrir ante situaciones adversas es sinónimo de salud mental.

·  Tú eres tu principal aliado: debes confiar en ti y en tus logros para automotivarte en las ocasiones en las que lo estás pasando mal.

·  Construye a lo largo de tu vida una adecuada red de personas (familia, amigos, etcétera) que te hagan sentir querida y segura. Las relaciones sociales positivas cumplen una función de apoyo social que amortigua el efecto de las emociones negativas y fortalecen tu resiliencia.

·   Involúcrate en los problemas de otras personas; ayúdalos y no te centres solo en ti mismo. Te ayudará a relativizar la realidad, crear lazos sociales y a sentirte bien.



Fuentes: 
Motivacion.about.com
Webconsultas.com

Feliz Día, Paz y Amor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si te ha gustado esta información deja tu comentario e incluso comparte un enlace en dónde obtener más información al respecto.
Dale a Me Gusta (Like)